Desde hace unos años, tras la pandemia y sus secuelas psicológicas, se habla del fenómeno de la “Gran Renuncia”, con origen en EEUU y que significa que muchas personas se plantean dejar sus trabajos en busca de una vida más cómoda y una mejor salud mental. Desde las empresas españolas el fenómeno se está siguiendo con interés, buscando aquellas pistas que puedan indicar comportamientos parecidos en nuestro país.
Según el último informe de la consultora Hays, hay una sensación real de hartazgo del puesto de trabajo, con un 61% de los empleados del país que son de esa opinión. Sin embargo, a efectos prácticos, no se está produciendo una “Gran Renuncia” básicamente porque la inestabilidad económica y el miedo a la desprotección pesa mucho sobre las familias españolas.
El informe de Hays apunta, por otro lado, que el 65% de empleados afirman necesitar un incremento salarial para recuperar la motivación por su trabajo, mientras que 35% necesita mayor reconocimiento, y el 24% reclama más flexibilidad laboral.
El papel de las empresas
Desde el punto de vista de las empresas el panorama no es sencillo. Por un lado, la incertidumbre económica requiere un control de gastos más exhaustivo. Mientras, la necesidad de retener talento crece con el tiempo, sobre todo en algunos sectores críticos.
Ante esta situación, muchas empresas están buscando métodos novedosos para mantener el poder adquisitivo de sus empleados, sin que ello les suponga un aumento de sus costes estructurales.
Los incentivos asociados a la consecución de objetivos, anteriormente ligados a premios lúdicos (viajes, celebraciones, catálogo de regalos) se empiezan a sustituir por recompensas económicas, más eficaces a la hora de aliviar la presión de la cesta de la compra: ayudas a la compra de bienes de primera necesidad, productos con ahorros fiscales, clubs de descuentos, tarjetas regalo con un saldo canjeable en múltiples establecimientos.
A modo de ejemplo, según la GCVA (Gift Card and Voucher Association) en Reino Unido, los programas de recompensas internos siguen creciendo en este país: un 39,5% de los consumidores encuestados en los últimos 3 años, declaran haber recibido una tarjeta regalo de manos de su empresa.
Celebrar con las personas, clave para la motivación
En otras ocasiones, las empresas optan por entregar esos reconocimientos con aspectos no ligados a resultados, sino a celebraciones de tipo personal o corporativas: cumpleaños, Navidad, bodas, nacimientos, antigüedad en la empresa, eventos de empresa, hitos corporativos, etc.
En este caso, muchas ventajas surgen al usar tarjetas regalo para fomentar el orgullo de pertenencia:
- Es una ayuda económica de acierto seguro, al margen de la nómina
- Genera más cercanía con la empresa
- Permite un mensaje personalizado para cada compañero/a
- Evita cargas logísticas
- Es instantáneo
En España contamos con empresas especializadas en estas soluciones, como es el caso de Click&Gift, que ya cuenta 750.000 usuarios de más de 600 empresas.