Haber sido golpeados por una pandemia y sus consecuencias económicas ha servido para que las empresas se acerquen al teletrabajo. Entendida al principio como como una herramienta pasajera, nos permitió mantener un nivel de actividad al tiempo que cuidabamos de la salud y el bienestar de empleados y familias.
Actualmente, con las empresas recuperando la actividad previa a la crisis sanitaria, los números dicen que el teletrabajo puede seguir perdiendo importancia. Sin embargo, en muchos casos ya forma parte de la cultura corporativa. Según la Guía HAYS, un 53% de las empresas mantiene un modelo híbrido, siendo el 42% las que han recuperado la presencialidad total. Mientras, un 5% de empresas en España realiza teletrabajo al 100%.
Si está claro que el teletrabajo ya es cada vez más una herramienta para la atracción y la fidelización del talento, sigue generando dudas en muchas empresas: ¿Qué impacto tendrá sobre la motivación de mis trabajadores a largo plazo? ¿Y sobre los resultados y la productividad de la compañía? Aún queda mucho recorrido para llegar a conclusiones pertinentes.
Impacto del teletrabajo en la motivación de las personas
Los beneficios del teletrabajo para nuestros empleados radican principalmente en la conciliación con su vida personal, una mayor flexibilidad en su propia organización, así como el ahorro que supone evitar desplazamientos al centro de trabajo. Según un estudio del INE, un 23,5 % de los trabajadores que han experimentado el teletrabajo optarían por mantenerlo sin acudir nunca al centro de trabajo y un 24,7 % acudiendo ocasionalmente. Según la guía Hays, el 65% de los trabajadores que quieren teletrabajar y no tienen la opción se sienten desmotivados.
Sin embargo, cabe destacar que la mitad de las personas desean trabajar presencialmente. Los motivos son: la falta de contacto social con los compañeros, las dificultades para desconectar o la sobrecarga laboral. A esto se suma que el domicilio particular puede no ser adecuado para el teletrabajo.
¿Qué necesitamos para que el teletrabajo funcione en nuestras empresas?
En 2021, España contaba con un potencial de puestos “teletrabajables” del 35%. Pero implementar un régimen de teletrabajo que funcione tiene que hacerse desde la dirección por objetivos. Si una plantilla con teletrabajo no llega a cumplir los objetivos o nota una bajada de productividad a pesar de estar preparada, es porque algo falla.
Según un estudio publicado por la Universidad de Chile , las capacidades que debe desarrollar un empleado para realizar su teletrabajo con calidad son:
- Capacidades personales. Referidas a aspectos individuales (actitud, interés, capacidad para aprender de manera autónoma, autocrítica, tolerar periodos de aislamiento…) como sociales (mantener el contacto con los colegas, mantener un ambiente de trabajo saludable…)
- Capacidad técnica. Manejo de las herramientas necesarias para una correcta comunicación y gestión de la información (email, intranet, software de videoconferencia, chat).
- Capacidades profesionales. Organización, disciplina, capacidad de administrar el tiempo, responsabilidad o autonomía. Pero también la ética, honradez y confidencialidad son valores profesionales muy necesarios.
- Capacidades de comunicación. Ser capaces de transferir conocimiento, vender ideas, mantener relaciones sociales o la negociación son vitales si se quiere mantener un puesto de trabajo en remoto con garantías de éxito